Sufismo y Los Derviches
Sufi
l Sufismo o Tasawwuf ha sido definido como el Camino del Amor o del Corazón. A la palabra 'Sufi" se le han atribuido varios orígenes, entre ellos palabras que significan ' pureza' y ' sabiduría'. El sufi, entonces es alguien que ha descartado todo lo que no pertenece a su esencia más íntima, y que ha cultivado el jardín del corazón, ya que no hay otro lugar para que la sabiduría crezca. Un sufi es un hombre con los pies en la tierra y la cabeza en el cielo.
"Conocí el bien y el mal, pecado y virtud, justicia e infamia; juzgué y fui juzgado, pasé por el nacimiento y la muerte, por la alegría y el dolor, el cielo y el infierno; y al fin reconocí que yo estoy en todo y todo está en mi".
El sufismo es una corriente mística del Islam, que engloba a unos 50 millones de personas de todo el mundo. Su propósito es inspirar una unión entre los seres humanos y Dios, mediante la elevación del alma a unos estadios más avanzados de conciencia. Además de esta faceta espiritual, el sufismo ha dado lugar una rica cultura, en forma de música y poesía, que se ha desarrollado en diferentes ámbitos y países, siendo especialmente destacables a este respecto los ejemplos de Turquía, Pakistán y Senegal. Esto se explica por el hecho de que la expresión emocional de la fe se intensifica no sólo a través de la meditación, sino también mediante técnicas artísticas como la música, la poesía y la danza.
La mayoría de los sufíes están organizados en tariqas u órdenes, que han creado elaborados rituales de recitación, que incluyen danzas destinadas a generar estados místicos que faciliten el camino de los iniciados (muridin) hacia la unión con Dios.
Los sufíes más conocidos a nivel internacional son, sin embargo, los derviches de la Orden Mevlevi, que son famosos por sus danzas giratorias que realizan con el acompañamiento de poesía cantada del Mathnawi, la principal obra del fundador de la Orden, Yalal al Din Rumi (1207-1273), uno de los más importantes sabios sufíes de todos los tiempos. Rumi pasó a ser conocido con el nombre de Mevlana (maestro) por sus seguidores porque les enseñó un método de perfeccionamiento espiritual. Este método incluye tres elementos que trascienden las barreras de la comunicación humana: la música, la poesía y el recuerdo. La combinación de estos tres aspectos tiene lugar en la ceremonia de la danza giratoria (Sema).
La Sema, compuesta por siete partes, representa el viaje místico de un individuo hacia Dios. La ceremonia intenta reflejar la naturaleza giratoria de todo lo que se encuentra en la naturaleza, desde las galaxias a los átomos. Mediante la Sema el sufí llega al conocimiento de la Verdad, lucha contra su ego y abraza la perfección. Cuando regresa de su viaje espiritual, lo hace como alguien que aspira a servir con amor y entrega a toda la creación.
En lo que se refiere a las largas ropas blancas que los derviches llevan en la Sema, éstas representan mortajas para el ego; los largos gorros en forma cónica simbolizan tumbas de piedra para ese mismo ego. Durante la danza mística, que puede durar horas, el derviche mantiene el brazo derecho levantado para recibir simbólicamente las bendiciones y energía de lo alto, mientras que el izquierdo está inclinado hacia abajo con el fin de derramar las bendiciones recibidas sobre la tierra. Los derviches forman un círculo y cada uno de ellos se mueve en armonía al ritmo de la música, aumentando lentamente la velocidad e intensidad de los movimientos hasta que todo termina en una cumbre de exaltación espiritual.
Durante su vida, Rumi escribió una enorme obra literaria. Además de su obra cumbre, el Mathnawi, que está compuesto por seis libros y casi 25.000 pareados, compuso 2.500 odas místicas y 1.600 cuartetos. En el Mathnawi se expresa la voz de lamento del alma humana, que desea abandonar su exilio terrenal, buscando la reunificación con su Creador. Rumi enseñó que el amor era el camino hacia el crecimiento espiritual y el perfeccionamiento interior. En su obra, expresaba también una gran tolerancia hacia las personas de cualquier creencia.
“Quienquiera que seas, ven
Aunque seas
un incrédulo, un pagano o un adorador del fuego, ven
La nuestra no es una hermandad de desesperación
Aunque hayas roto
tus promesas de arrepentimiento cien veces, ven”.
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